Sociedad, educación, cultura.
Las revoluciones tecnológicas modifican la
vida misma de las personas. Los cambios tecnológicos han propiciado también la
omnipresencia de los medios de comunicación de masas y la multiplicación de su
poder de sociabilización. Han transformado los hábitos perceptivos de los
espectadores, inhibiendo su capacidad de abstracción, reflexión y de
contemplación ante la fuerza de la hiperestimulación sensorial. Se han
convertido además en los principales agentes de construcción, representación y
valoración de la realidad social.
Los cambios tecnológicos sumados a la
función y objeto de la educación escolar, han comportado problemas de
adaptación evidentes para el sistema educativo: incremento de las
responsabilidades exigidas a la escuela y a los profesores, dificultad de
establecer un proyecto educativo y prioridades comunes ante el pluralismo
creciente de las familias. Además de un aumento de la violencia y de las
conductas disruptivas, y de manera muy significativa, la diversificación del
alumnado como consecuencia de la escolarización del 100% de la población, de la
heterogeneidad de las sociedades complejas y de la pedagogía de la inclusión
que, intenta ayudar desde dentro del sistema a los alumnos con dificultades.
La conclusión escolar es obvia: educar hoy
en la escuela es distinto y manifiestamente más difícil. Todo esto, corresponde
a las administraciones educativas asegurar los recursos necesarios para que
todos los alumnos alcancen el máximo desarrollo personal, intelectual, social y
emocional y, en todo caso, los objetivos establecidos con carácter general para
todo el alumnado. La educación debe ser relevante en el ámbito cultural, en una
sociedad que valora extraordinariamente el conocimiento.
Interculturalidad no es igual a inmigración:
Para muchos la interculturalidad la han
traído los inmigrantes extranjeros. Por lo que la interculturalidad en
educación es entendida como la atención educativa que debemos dar a estos niños;
un repertorio de métodos, estrategias y materiales para facilitar y promover el
aprendizaje de la lengua oficial del país de recepción, además de garantizar su
acceso y permanencia en el sistema educativo.
Esta identificación entre
interculturalidad e inmigración esconde otros debates, perspectivas y
realidades presentes en el ámbito educativo como: la realidad plurinacional,
pluricultural y plurilingüística. Además de referirnos también a los trabajos y
los días de los “enseñantes con gitanos” y a su riquísimo y pionero bagaje
intercultural.
Desde mediados de la década de los 80, el
Consejo de Europa impulsó una nueva conceptualización, considerando que el objetivo de la educación intercultural
es todo el alumnado y no sólo los hijos de los inmigrantes extranjeros. El reto
de la educación debería ser el de ayudar al alumnado a aprender las
competencias necesarias para garantizar la realización y la participación de
todos en una sociedad democrática y plural. Así, el curriculum debería
adaptarse de forma más rigurosa a la realidad de Europa y del mundo, debería
tener en cuenta las aportaciones de las culturas no europeas, la pluralidad
cultural, la presencia de minorías no territoriales .
En este nuevo paradigma, éstos podrían ser
algunos enunciados de educación intercultural:
- Mejorar el autoconcepto personal, cultural y
académico de todo el alumnado: aceptarlos, de forma incondicional, como
personas, y garantizar su seguridad socioafectiva.
- Es una educación para todos: es una educación en
y para la igualdad, en y para la diversidad. Todos deben aprender a vivir
juntos en sociedades multiculturales.
La educación intercultural, debería
hacerse realidad sobre dos ejes básicos: la educación en y para la igualdad y
en y para la diversidad. Para conseguir esta igualdad será necesario reducir
los factores de discriminación negativa, aumentar los recursos destinados a la
educación, regular el interés legítimo por elegir centro educativo, garantizar
la gratuidad… Fomentar la diversidad, pasará por trabajar para que el alumnado
tenga un autoconcepto positivo de sí mismo, por que todos puedan desarrollar al
máximo sus capacidades y potencias de educación integral, y por aprender a
convivir y resolver conflictos.
Inmigrantes, extranjeros y minorías
étnicas:
Migrar es dejar el territorio natal para
pasar a residir temporal o permanentemente en otro. El término emigración se
utiliza desde la óptica del territorio de partida y el de inmigración desde el
territorio de llegada. Hablar de inmigración y de inmigrantes es, hacerlo desde
una determinada perspectiva, desde quien ya estaba allí antes y condiciona con
la mirada y la consideración del que llega, al supeditarla a los intereses,
necesidades, objetivos…
La condición de inmigrante es efímera,
provisional, se refiere a la persona de tránsito. La cualificación de inmigrante
tiene grandes connotaciones negativas: extrañeza, distancia, pobreza,
marginación…. Por lo que nadie asentado en un territorio desea ser identificado
como un inmigrante. La inmigración es una producción social, que no se aplica a
todo aquel que viene de afuera, sino sólo a algunos.
Extranjero es la persona que no tiene la
nacionalidad del país, es el no nacional, fundamentalmente aquel que no goza de
los mismos derechos que el nacional. Éste salvo en los casos previstos por la
ley, necesita para entrar en España un visado, que se otorga o no atendiendo al
interés del Estado español y de sus nacionales, y no a los que lo solicitan.
Los extranjeros pueden estar en situación de estancia o residencia; temporal,
permanente o de régimen especial. Podrán solicitar la nacionalización,
garantizándoles el acceso total a los derechos de ciudanía.
Los niños y niñas jóvenes de origen
extranjero están “obligados” a aprender las pautas culturales, las normas
sociales (del país donde residen), y sus conductas se verán extrañas fuera de
su casa, pero normales dentro de ella.
En algunas comunidades autónomas junto al
concepto de inmigrante está el de minoría étnica para referirse normalmente al
pueblo gitano. Desde un punto de vista sociopolítico el concepto de minoría/
mayoría se relacionan a diferencias de poder entre varios grupos que conviven
en un mismo territorio, estando los grupos minoritarios en una posición de
desventaja.
Resulta muy complicado separar lo
biológico de lo cultural, es decir, “raza” y etnia. La etnicidad implica,
identificación, relación de pertenencia comunitaria. Ahora bien, la cualidad de
étnico en nuestra sociedad solo se atribuye a determinados grupos, como los
gitanos, siendo el colectivo más rechazado por la sociedad española, por encima
incluso de los inmigrantes.
Desde la escuela, es importante señalar
que existe una educación gitana, por lo que deberá hacerse más intercultural,
más inclusiva y más útil.
Diversidades culturales.
El concepto de diversidad cultural, tal y
como se usa es a menudo equivoco; puesto que se aplica al alumno de origen
extranjero u alumnos con rasgos faciales visiblemente distintos.
Asociar la cultura al origen nacional o al
color de la piel (“raza”) es insostenible desde el punto de vista científico:
lo cultural es, lo aprendido, no lo genético o hereditario, efecto de un
proceso continuado.
Cultura puede ser definida como el
“sistema de creencias, valores, costumbres, conductas y artefactos compartidos
que los miembros de una sociedad usan en interacción entre ellos mismos y con
su mundo, y que son transmitidos de generación en generación a través del
aprendizaje” (Malgesini G. y Giménez, 1997).
A demás de esto, “cada individuo posee una
versión propia, personal y subjetiva de la cultura que los demás la atribuyen.
Lo que se presenta ante nosotros como la cultura de ese grupo no es otra cosa
que una organización de la heterogeneidad intergrupal inherente a toda sociedad
humana. Las culturas tienen una uniformidad hablada más que una unidad real”.
(Garcia Castaño, F.j, Pulido, R.A, y Montes, 1993).
Por lo que si queremos hablar de
diversidades culturales deberemos referirnos a las lenguas, a las religiones, a
los hábitos alimenticios, a las formas de vida familiar, a las concepciones
sobre educación, etc. Teniendo presente: que cada persona vive
diferenciadamente estas pertenencias, que la esencia de las sociedades
contemporáneas es justamente la libertad y el pluralismo, y que una de las
funciones primordiales de la educación deber ser el aprendizaje de la
convivencia en esta sociedad libre y plural.
a) Aprender
lengua en un contexto multicultural
España es un país multilingüe, no sólo por
ciudadanos de origen extranjero sino porque hay españoles que tienen dos
lenguas oficiales. Este reconocimiento tiene tres consecuencias para la
escuela: debe garantizar plenamente el aprendizaje de la lengua vehicular
(puede ser el castellano, el catalán, el euskera o el gallego) y de la otra
lengua oficial en la comunidad, si hubiese más de una; deben plantearse las
relaciones de las lenguas oficiales con las lenguas extranjeras y por último
deben respetarse y tenerse en cuenta la diversidad lingüística del alumnado
extranjero.
Aprender lengua en un contexto
multicultural significa adquirir competencia multilingüe, es decir, un dominio
diferenciado de las lenguas presentes en la escuela. Para lograrlo, se deberá
trabajar lo siguientes criterios didácticos:
- Los aprendizajes lingüísticos se producen en
todas las áreas por lo que todo el profesorado es responsable de la
adquisición de las competencias lingüísticas del alumnado.
- Un aprendizaje eficaz de la lengua se tiene que
dar tanto en una enseñanza formal como en actividades menos formalizadas.
- Organizar el centro educativo como un espacio de comunicación.
- Metodología de trabajo más cooperativa para
garantizar así una práctica educativa y lingüística más intensa e
individualizada. Son las necesidades de comunicación las que van a
estimular el aprendizaje de la lengua.
- El aula de acogida va a hacer posible la
incorporación del alumnado de origen extranjero en el aula ordinaria, que
es donde de verdad va a aprender la lengua. La integración y la adaptación
son los factores más decisivos para su aprendizaje.
- La lengua familiar va a facilitar el aprendizaje
de la lengua vehicular, por lo que va a ser muy importante tenerla en
cuenta.
- La escuela nos va a servir para deshacer
jerarquizaciones de las lenguas y mostrar que son una riqueza que vale la
pena preservar. En este sentido todos tenemos derecho a ser llamados, con
la máxima corrección, por nuestro nombre.
- La lengua hablada, el diálogo, debe ser uno de
los ejes más importantes. Es conveniente revisar las propuestas de lectura
y los repertorios bibliográficos de las bibliotecas escolares para
que acojan otras voces, culturas y lenguas.
- La competencia lingüística, para los alumnos que
desconocen la lengua vehicular, requiere un tiempo largo, por lo que
debemos mantener el apoyo lingüístico para garantizar su éxito escolar.
b) Cultura
religiosa en la escuela multicultural
Dentro de España, en Cataluña se
contabilizan numerosos centros evangélicos, salones del reino (testigos de
Jehová), oratorios islámicos, centros de culto budistas, y llegada de
judíos argentinos, presencia de sijs en la comunidad india, comunidad
evangélica de origen latinoamericano o asiático, reflejando una Cataluña más
compleja, dinámica y cambiante.
Estos serían los arranques de la enseñanza
actual y el aprendizaje de lo religioso en la escuela: la evidencia de un
pluralismo religioso, mal encaje de la enseñanza de la religión en nuestro
sistema educativo, sesgada por antiguos privilegios y hegemonías, y que camina
en dirección contraria a los objetivos de un verdadera educación intercultural.
Clasificar a los alumnos por sus credos
religiosos respectivos, o los de sus padres, es un despropósito y una verdadera
temeridad. Si no clasificamos al alumnado por su lengua familiar, ni por su
sexo, ni de su estatus socioeconómico, ni por sus capacidades…¿por qué
habríamos de hacerlo por sus creencias religiosas, en una escuela que queremos
integradora, inclusiva e intercultural? Los padres o tutores toman y deben
tomar un montón de decisiones importantes acerca de sus hijos menores, que sin
duda van a condicionar y orientar su desarrollo, pero que de ninguna manera
deberían determinar inexorablemente su futuro o coartar su libertad y dignidad
personal. La escuela debe atender prioritariamente las necesidades y los
derechos de los alumnos antes que los intereses legítimo de sus progenitores.
Lo que no es discutible es que todos los
alumnos y alumnas deben tener la oportunidad de acceder a esta cultura
religiosa, y para ello debería de haber un área específica, o bien deberían
incluir contenidos de cultura religiosa en todas las áreas.
Racismo y antiracismo.
El racismo es la doctrina que postula la
existencia de razas humanas, que determina las capacidades y el comportamiento
de los individuos. Combatir el racismo no es fácil, y pasa primero por una
lucha permanente contra las palabras y los conceptos ambiguos y
discriminatorios. Las palabras no sólo sirven para describir o interpretar,
sino también para crear. En el mantenimiento del racismo juegan un papel muy
importante los medios de comunicación, la cultura popular, los líderes de
opinión, y las instituciones educativas.
A este racismo clásico, hay que sumarle un
nuevo racismo, el cultural o diferencialista, basado en culturas
autosuficientes y cerradas, de modo que los individuos tienen formas de vidas
diferentes e incompatibles entre ellas. Como consecuencia de esto, la relación
entre los miembros de culturas distintas sería siempre peligrosa, contaminante
y hasta destructiva. Considerar que hay culturas que encadenan a la perpetuidad
a sus miembros y que inhiben su capacidad de discernir y de adaptarse es
insostenible.
El racismo es también una ideología y debe
ser leído en términos de poder: el grupo dominante dentro de una sociedad
justifica su posición de privilegio imponiendo su significado al conjunto de la
población. El racismo es también un actitud, que se apoya en estereotipos y
prejuicios construidos a propósito de los distintos grupos humanos, y es un
comportamiento discriminatorio y agresivo hacia los individuos pertenecientes a
estos grupos inferiorizados.
Igualdad y diversidad en las aulas.
Conciliar la diversidad cultural y
cohesión social son los grandes objetivos de la educación intercultural, y esto
se puede conseguir si la socialización del alumnado busca una doble adaptación
(a su propio medio y al medio común); se enseña a los alumnos a vivir juntos en
un mismo universo; y se les ayuda a construir su identidad y autonomía
personal. Algunos ejemplos para intentarlo:
- Los
documentos institucionales pueden modificar algunas prácticas cotidianas,
sedimentar una base de cultura común entre el profesorado o poner en marcha un
verdadero proyecto de innovación, aprovechando la escolarización de alumnado de
origen extranjero.
- Los
temas transversales incumben a todo el profesorado: hacer una educación no
sexista significa cuestionar nuestras prácticas, prejuicios y actitudes,
significa someter a crítica nuestras prácticas y las consecuencias que se
siguen en el aula de ellas. Hacer una educación antirracista pasa primero por
tomar conciencia de nuestras creencias, estereotipos e ignorancias, de nuestros
usos lingüísticos. Una de las causas del fracaso de la transversalidad ha sido
convertir sus temas en añadidos descontextualizados y sin relación con la vida
ordinaria de los centros, y lo que considera importante el alumnado, es decir,
aquello que sale en los libros o aquellos que entra en los exámenes.
- Todas
las unidades didácticas deberían ser interculturales. Todos los contenidos del
curriculum pueden partir de los intereses más desatendidos, pueden hacerse más
inclusivos y pueden adquirir una dimensión universal, dependiendo del enfoque
del docente.
- La
agrupación de los alumnos en grupos homogéneos en función de sus resultados
escolares, de sus aptitudes, de su conducta o sus interés futuros, es una
apuesta didáctica que va en contra de los objetivos de a educación
intercultural, porque tiene un impacto negativo en la calidad de las relaciones
sociales de los alumnos.
- La
acción tutorial es uno de los elementos de más potencia educativa. La tutoría
es una oportunidad inmejorable para trabajar los estereotipos y los prejuicios
y para analizar las discriminaciones a partir de las experiencias de los
alumnos.
- Cuidar
el autoconcepto personal del alumnado significa acogerlos y aceptarlos como
personas, atender sus necesidades socioafectivas, de relación y de
participación. La imagen que tienen de sí mismos, se construye en función del
dibujo y las respuestas que reciben de los demás, especialmente de las personas
influyentes y con autoridad, y de sus compañeros más queridos y próximos.
- Interculturalizar
todas las áreas del curriculum.
El primero objetivo de la educación básica
es proveer a todo el alumnado de aquellas competencias, conocimientos y
habilidades considerados mínimos e indispensables para poder desarrollar una
vida autónoma y libre.
La empatía es una estrategia didáctica que
se compone de diversos ingredientes: la proximidad, el lenguaje familiar y
cálido, el optimismo, la flexibilidad y la adaptabilidad, la sensibilidad y el
interés por las experiencias personales, la beligerancia ante los insultos, las
marginaciones y las agresiones. La relación empática requiere implicación
personal por parte del profesorado.
Utilizar metodologías que estimulen y
propicien la interacción, la comunicación y el intercambio, ayuda a conocer al
otro y aprender a vivir juntos. Las estrategias sociomorales (requieren de un
implicación personal de los implicados y diálogo), como las estrategias
socioafectivas (combinan la transmisión de información con la vivencia
personal) o el aprendizaje cooperativo son ejemplos de estas metodologías.
Utilizar fuentes de información
diversificadas y plurales utilizando las tecnologías de la información y de la
comunicación.
Recursos
Los recursos disponibles para formarse e
informarse a propósito de la educación intercultural son:
Páginas Webs:
Libros:
Yo soy de…; Yo vengo de…; Cuentos de todos
los colores, Mitologías; Cuadernos de Educación Intercultural; Guía de recursos
y materiales contra el racismo y la xenofobia; la escolarización de los gitanos;
Multiculturalismo, cine y medios de comunicación; Antropología en el aula; La
inmigración en la literatura infantil y juvenil actual; Liderar escuelas
interculturales e inclusivas.
Películas:
Taxi, Oriente es Oriente, Saïd, Hoy
empieza todo, Quiero ser como Beckham, Poniente, Las hija de Mohamed, La
escurridiza, Machuca